Reelección presidencial retorna a la agenda política de Paraguay

A comienzos de mes, el gobernante Partido Colorado (PC) de Paraguay resucitó los planes para una reforma constitucional que permita que el presidente Horacio Cartes se presente a la reelección en 2018.

En agosto el Senado rechazó por un estrecho margen un proyecto de reforma constitucional que buscaba la reelección presidencial, que está prohibida tanto para mandatos consecutivos como no consecutivos. Una reforma constitucional requeriría el respaldo de una mayoría absoluta en ambas cámaras antes de ser sometida a un referendo.

Recientemente se intensificaron las negociaciones entre los senadores del izquierdista Frente Guasú (FG), que pretenden que el ex presidente Fernando Lugo (2008‑2012) también pueda volver a postularse. Los partidarios de Cartes han estado cortejando a una facción disidente del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) para ayudar a asegurar los 23 votos necesarios (de un total de 45) en el Senado.

Las recientes maniobras para conseguir apoyo incluyen la designación en noviembre de un “ombudsman” y una oficina de auditor general con miembros de partidos de izquierda cercanos a Lugo. También hay indicaciones de que un borrador para el proyecto de reelección incluiría algunas provisiones para que los candidatos presidenciales encabecen listas de partidos que les aseguren un asiento en el congreso incluso en el caso de que pierdan.

A la espera

Hasta ahora Lugo no ha retirado su anterior rechazo a los planes para su reelección. Y una facción disidente del PC de ocho senadores encabezados por Mario Abdo Benítez sigue oponiéndose tenazmente, al igual que cinco miembros del ala “oficial” del PLRA. El congreso entró en un receso (desde el 21 de diciembre hasta el 1 de marzo) sin llegar a tratar la reforma, aunque la iniciativa puede ser repuesta en cualquier momento.

Y parece ser que la tendencia está girando en favor de la reelección. El 17 de diciembre un tribunal electoral falló que Lugo está impedido por la constitución para postularse en 2018 (se ha argumentado que su destitución del cargo en 2012 le permitiría volver a postularse y que los ex presidentes sí pueden en realidad volver a competir). Aunque el tema será resuelto en definitiva por la Corte Suprema, el cierre de una vía alternativa al poder podría significar que Lugo y sus aliados apoyen con más entusiasmo la reelección.